domingo, 1 de febrero de 2015

What you mean to me

Repetías una y otra vez que era normal que no se fijara en ti, que cómo iba a hacerlo si no tenías nada de especial. Y yo no para de repetirte lo que equivocado que estabas.

Pero seguías pensando lo mismo. Seguías sin darte cuenta de lo especial que eras.

De lo especial que eres para mi.

Y te repetía mil veces que era estupendo, que tu sonrisa era capaz de enamorar a cualquiera y que tenías unos ojos preciosos.  Y era totalmente cierto. Tú pensabas que lo decía para animarte, pero realmente lo pensaba, realmente lo sentía. Pero nunca lo decía en voz alta.
Sí, tu sonrisa era capaz de enamorar. De eso estaba segura porque a mi me había enamorado.

Me pasaba las tardes intentando convencerte de lo mucho que valías. Convencerte de que eres la persona más graciosa que he conocido, la más sincera y espontánea y la mas especial.

Eras especial para mi, y ojalá eso te hubiera bastado. Ojalá no necesitases ser especial para otra persona.

Hoy en día sigues preguntándome qué es lo que no tienes para no gustarle a ella. Y yo te digo que no lo sé. Y sinceramente no lo sé. No entiendo cómo está tan ciega como para no darse cuenta de que eres estupendo.

 Y a veces soy lo suficientemente buena persona como para que me dé rabia que ella no sienta lo mismo por ti.

Y ya no sé qué hacer para que te sientas mejor.

Si pudiera, te daría todo mi tiempo para que pudiésemos olvidarnos de todo juntos. Te daría todos mis aciertos para que los hicieses tuyos.

Si pudiera darte una cosa en la vida, te daría la capacidad de verte a ti mismo como lo hago yo.

Así te darías cuenta de lo especial que eres para mi.

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