sábado, 21 de febrero de 2015

Read all about it



Corre. Dame la mano y salgamos de aquí.
Dejemos atrás todas estas miradas hostiles, los comentarios a las espaldas y la desaprobación en sus miradas. No me importan, de verdad que no lo hacen. Sólo me importas tu.

Y si es la verdad lo que les asusta, si es la verdad lo que temen, lo que odian, entonces lo siento, porque la verdad es que te quiero.
Y si la verdad está prohibida, entonces romperemos todas las normas.

Dejaremos atrás sus complejos, sus costumbres y sus normas. Da miedo, lo sé. Dios sabe que mentiría si dijese que esto no es lo más aterrador que he hecho en toda mi vida. Y sé que van a odiarnos, que dirán a el resto que yo era una ilusa y tu un loco.

Vida mía, ellos no saben ver la belleza en la locura y en la ilusión. Pero yo la veo cada vez que te miro. Es lo único que necesito ver, y te prometo que mientras tus ojos sigan manteniendo esa luz, entonces todo habrá merecido la pena.

Deja que hablen, deja que cuenten la historia de dos críos que destruyeron su futuro por un amor imposible, por una pasión inútil. Pero, mientras oigas eso, mírame a los ojos y estoy segura de que ambos sonreiremos.

Sonreiremos porque cuentan, sin saberlo, la historia de un amor incondicional, que supo romper todas las barreras , que soportó todas las críticas, y que gracias a todo eso se hizo tan fuerte que nada ni nadie podrá ya romperlo.

Y esto, vida mía, es lo único de lo que estoy segura en la vida.



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