Me decían que estaba loca por esperar tanto de un completo desconocido. Quizás tenían algo de razón.
Nunca llegaron a entender la locura que podía provocar una sola sonrisa tuya.
Y tenían razón al decir que no te conocía, pero no comprendían que me bastaba con mirarte a la cara para sentirme en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario